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MANIFIESTO

DALÚA LIBROS

Porque nos apasiona leer...

 

Habitualmente a la gente le sorprende la pasión por la lectura de mi hijo.

 

Les asombra su gran capacidad a sus 8 años, verlo tan frecuentemente leyendo en cualquier lugar, se sorprenden de su vocabulario y la información que maneja, que devore con entusiasmo desde 4 tomos de ciencia ficción hasta las instrucciones de la lavadora.

 

La lectura es una ventana abierta a mil mundos, una herramienta imprescindible para la autogestión del conocimiento, un ejercicio de autonomía, un instrumento de relajación y además un recurso muy placentero para esos (escasos) momentos que “hay que estar solo, tranquilo y en silencio”. Es más difícil aburrirse cuando hay decenas de libros esperándote. Hace mucho más llevaderas 12 horas de avión transoceánico o una tarde de lluvia en casa. Es la mejor ayuda en la campaña contra la sobreexposición de l@s niñ@s a las pantallas. Es un magnífico plan A y el perfecto plan B. Brinda argumentos para el pensamiento crítico y dificulta el sometimiento. Es un ejercicio cotidiano de conexión con lo que un@ es, de definición de los intereses y gustos propios y de elección del camino que se desea recorrer.

La lectura es una ventana abierta a mil mundos, una herramienta imprescindible para la autogestión del conocimiento, un ejercicio de autonomía, un instrumento de relajación y además un recurso muy placentero para esos (escasos) momentos que “hay que estar solo, tranquilo y en silencio”.

Pero ante todo y sobre todo, leer es una de las formas de la felicidad.

 

A mi hijo le cuesta entender que para algun@s de sus amig@s leer sea “aburrido” o “difícil”, como si pudiera ser aburrido jugar o pasarlo bien.

 

Es una pena cómo desde pequeños se desmotiva a l@s niñ@s obligándoles a leer lo que no les interesa, cómo las bibliotecas de las escuelas son espacios apartados, fríos y sin alma en lugar de un rincón disponible de libre acceso y libros de todos los tipos en cada una de las aulas.

 

Y me parece terrible cómo se multiplican y encienden los debates acerca de cuándo deben aprender a leer l@s niñ@s, olvidando que est@s son l@s únic@s protagonistas y que la lectura tiene que ser placentera, no un trámite o una obligación. Hay much@s niñ@s que aprenden a leer sol@s, de un día para otro. Mi hijo expresó su interés por aprender a leer cuando tenía 4 años y sus primeras palabras fueron los nombres de varios superhéroes, su pasión de entonces.

En nuestra casa ha habido desde su nacimiento una clara intención de mostrarle que los libros son maravillosos, que leer es un camino hacia la autonomía y la libertad.

Sin obligarlo. Solo dándole ganas.

Sin duda, su carácter tiene mucho que ver con su pasión, muy clara desde muy pequeño, y con una historia familiar llena de libros y proyectos editoriales en la que la pasión por los libros se va adquiriendo por ósmosis… pero además, en nuestra casa ha habido desde su nacimiento una clara intención de mostrarle que los libros son maravillosos, que leer es un camino hacia la autonomía y la libertad. Sin obligarlo. Solo dándole ganas.

 

Si te sientes perdid@ y no sabes cómo ponerlo en práctica, te paso algunas ideas basadas en nuestra experiencia

 

(Algunas son la reproducción de lo que yo viví de pequeña)

Algunos consejos para que tus hij@s disfruten leyendo

 

 

Antes de nada: Si a ti no te gusta leer, no aparentes que sí.

 

Mejor, pídele a algún familiar o amig@ a quien sí le guste que comparta esa pasión por los libros con tus hij@s. E igualmente puedes seguir todos los demás consejos acerca de crear un espacio en casa para la lectura, acompañar a l@s niñ@s a la biblioteca, inventar historias con ell@s, etc…

 

 

  1. Los libros deben estar siempre disponibles, visibles, a mano, alcanzables.

 

 

2. Los libros se pueden manipular, por supuesto, pero no destrozar. Cuando se rompan por el uso pegad las páginas con un poco de cinta y pintad nuevamente el dibujo que se fue borrando. Son objetos que merecen cuidado, si están rotos y pintarrajeados dejan de ser atractivos (esto pasa con los libros y con cualquier otra cosa).

 

 

3. Crea un espacio de biblioteca en casa, dentro de la sala o el comedor, no en su habitación (en donde seguro que habrá también libros), en un lugar de paso y uso común. No tiene que ser grande ni muy elaborado, mejor un rincón agradable, con colchonetas y almohadones sobre los que ponerse cómodo, a su altura, a mano, en donde apetezca estar y desde donde pueda verte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4. Coloca algunos libros con las portadas a la vista, con unas maderas pintadas puedes crear un hermoso expositor.

 

 

   5. Organiza y decora la biblioteca con tus hij@s y cambiad los libros expuestos con frecuencia.

 

 

 6.  Lee ante ell@s, coméntales qué estás leyendo y léeles algún párrafo que puedan considerar interesante.

 

 

7. Léeles cada noche antes de dormir, todas las noches, cuando ya os hayáis acostado y no haya más tareas, prisas ni responsabilidades, apaga el móvil, no mires el reloj, disfrutad… Cuando lean por sí mism@s, pídeles que te lean a ti…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

8. Nunca coartes su ansia por aprender a leer (ni por ninguna otra cosa). Si te piden que les enseñes y no sabes cómo hacerlo o no tienes buen recuerdo de tu propia experiencia, simplemente toma un libro de frases cortas y lee a su lado despacio para que pueda reconocer las palabras que estás leyendo. Los comics son muy útiles porque tienen muchas onomatopeyas fáciles de reconocer con rapidez.

 

 

9. Inventad vuestras propias historias. Busca momentos relajados para recostaros en la cama o en el sillón y dejad volar vuestra imaginación. A partir de los 2-3 años a l@s niñ@s les suele gustar inventar historias con personajes imaginarios, regístralas, escríbelas, haced vuestros propios libros.

 

 

10. Dramatizad vuestros cuentos favoritos. Con algunos títeres (que podéis crear vosotros mism@s), con muñecos o cualquier elemento que tengáis disponible (palitos y piedras si estáis en el bosque, por ejemplo) haced una versión de alguna historia que les guste especialmente: modulad la voz, pensad en los personajes y escenarios, y en cómo desarrollar la acción y repartiros los papeles de la obra. Es una actividad muy gratificante que además podéis después llevar adelante con público. Recuerda que cuando muestren signos de cansancio o pierdan interés es mejor cortar y continuar en otro momento.  

 

Y además....

 

Hazles soci@s de la biblioteca, habla con tu librer@ amig@, fomenta el préstamo y el trueque con l@s amig@s y motívales para que se recomienden libros. Escucha con atención sus reflexiones, pregúntales sobre lo que están leyendo, permite que elijan sus propios libros, llévalos a espacios en donde haya diversidad en la oferta (no solo libros facilones sobre películas y videojuegos), incentiva que hablen con otr@s adult@s sobre sus gustos, valora sus intereses aunque no coincidan en absoluto con los tuyos, ¡yo me he hecho toda una experta en ciencia ficción aunque nunca haya leído un libro de este género!

 

 

 

 

Y sobre todo, disfruta.

 

Si no es placentero… mejor no lo hagas.

 

Prueba, experimenta y lleva a la práctica tus propias ideas…

 

¡Lo que quieras en tu vida, bríndatelo tú!

 

 

 

Sabela Losada Cortizas

Todos los derechos reservados.

Texto: Se puede reproducir en cualquier medio citando la autoría.

Imágenes: No permitida la reproducción.

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Crea un espacio de biblioteca en casa, en un lugar de paso y uso común, no en su habitación.

Un rincón agradable, cómodo, a su altura, a mano, en donde apetezca estar y desde donde pueda verte.

 

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